El Stade Matmut Atlantique de Burdeos es reconocido por su integración armoniosa entre la arquitectura contemporánea y el paisaje natural. Diseñado por el estudio suizo Herzog & de Meuron, en colaboración con el paisajista francés Michel Desvigne, el proyecto ejemplifica una simbiosis entre la construcción y su entorno.
La estructura del estadio se apoya sobre un “bosque” de más de 1.000 columnas esbeltas que evocan los pinos de las Landas, creando una transición fluida entre el edificio y el paisaje circundante. Esta concepción se inspira en los templos clásicos, al tiempo que promueve la apertura y la accesibilidad mediante amplias escalinatas que difuminan los límites entre el interior y el exterior.
El diseño paisajístico, dirigido por Michel Desvigne, se enmarca en una estrategia de planificación adaptativa a largo plazo. El emplazamiento, situado entre el Parc Floral y el Lago de Burdeos, fue reorganizado para incorporar densas zonas boscosas —las llamadas “cinturas verdes”— que funcionan como corredores ecológicos y fortalecen la biodiversidad local.
La utilización de árboles de gran tamaño, previamente cultivados, permitió dotar al lugar de un carácter verde y maduro desde el primer día. Estos árboles, en particular Pinus sylvestris, fueron suministrados por el vivero Van den Berk. El proyecto fue ampliamente elogiado en la prensa especializada en arquitectura y paisajismo, y se considera un referente en cuanto a integración paisajística en infraestructuras públicas.
Este proyecto ejemplar demuestra cómo una infraestructura deportiva puede integrarse respetuosamente en su entorno, valorando el patrimonio natural y respondiendo a las exigencias funcionales contemporáneas.