El momento más adecuado para plantar un árbol es durante su período de inactividad. En el caso de los árboles de hoja caduca, este periodo dura desde el momento en el que los árboles pierden sus hojas de forma natural hasta que el flujo de savia comienza de nuevo en primavera. En Europa occidental, los árboles en cepellón generalmente se pueden plantar desde mediados de noviembre hasta finales de abril, aunque esto depende en gran medida de las condiciones climáticas y de la especie del árbol. Las temperaturas en otoño y primavera juegan un papel fundamental ya que no todos los árboles pierden sus hojas al mismo tiempo. Del mismo modo, no todos los árboles brotan a la vez. Para los árboles de hoja perenne y las coníferas, la temporada de siembra suele ser un poco más extensa en relación a los árboles de hoja caduca. Los árboles cultivados en contenedor se pueden plantar durante todo el año, aunque por lo general se trata de árboles de menor tamaño.

Plantar en otoño es ideal

El nuevo crecimiento del árbol, por ejemplo cuando comienza a desarrollar nuevas raíces, depende de varios factores diferentes como el nivel de humedad o la temperatura del suelo. En otoño, estos factores son generalmente favorables. La temperatura del suelo todavía es lo suficientemente alta para que los árboles desarrollen nuevas raíces después del trasplante, pero antes de que llegue el invierno. Al aumentar el número de raíces, la absorción de agua en primavera se hace más fácil. Los árboles se ven menos afectados por el estrés del trasplante y el crecimiento se reanuda más rápidamente. La época más adecuada para las plantaciones es en otoño, aunque en la práctica esto no siempre es factible.

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